25 noviembre 2009

Terminó mi tratamiento… ¿ahora qué debo hacer?

Lo primero que debemos tener en consideración es que el cáncer de mama es una enfermedad con la que debemos aprender a vivir. Así, aunque nuestro médico nos indique que hemos culminado nuestro tratamiento, siempre debemos estar atentas y tomar ciertas medidas preventivas.

Durante la etapa post-tratamiento, a muchas personas les preocupa la forma en que se ven y se sienten, y sobre todo, que el cáncer regrese. Otras mujeres se preguntan qué pueden hacer para evitar que la enfermedad vuelva. Saber qué esperar después del tratamiento del cáncer puede ayudar a los sobrevivientes y los familiares a programar los cuidados del seguimiento, hacer cambios en su estilo de vida, mantener la esperanza y tomar decisiones importantes.

Dentro de los cambios que debemos implementar, creo que el primero y más importante es establecer una relación activa y estrecha con nuestro médico. No tengas miedo en hacerle cualquier pregunta y pedirle que despeje todas tus dudas. De esta manera, te sentirás más segura y sabrás a qué atenerte, qué puede suceder y cómo poder resolverlo.

La idea de tener este “cuidado de seguimiento” es verificar si el cáncer ha regresado (recurrido) o si se ha diseminado a otra parte del cuerpo (metástasis). También puede ayudar a:
- Encontrar otros tipos de cáncer.
- Detectar efectos secundarios del tratamiento ahora, o que podrían desarrollarse años después del tratamiento.

Por lo general, los especialistas recomiendan regresar a consulta cada 3 ó 4 meses durante los primeros 2 ó 3 años después del tratamiento; y 1 ó 2 veces al año después de eso, para citas de seguimiento rutinario. Es importante que estés atenta a cualquier cambio en tu salud y le informes al médico de cualquier problema o malestar.

Algo importante, aun si te enteras que el cáncer ha regresado, no hay razón para perder las esperanzas. Muchas personas viven una vida buena durante años, aunque el cáncer haya regresado. Así que no es razón para desanimarse.

Otro aspecto importante es hacer algunos cambios en nuestro estilo de vida. Es el momento ideal para tomar medidas y cuidarnos mejor y empezar a vivir una vida sana.

Hacer cambios en la forma en que nos alimentamos, ejercitamos y vivimos nuestra vida nos ayudará a sentirnos mejor y puede incluso disminuir su probabilidad de desarrollar otros problemas de salud.

Aquí algunas simples ideas que pueden contribuir mucho:

Dejar de fumar. Las investigaciones muestran que el hábito de fumar puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer en el mismo sitio, o en otro.

Disminuir la cantidad de alcohol que toma. Las investigaciones muestran que el alcohol puede aumentar la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Alimentarse bien y hacer ejercicio. Debemos comenzar a consumir alimentos adecuados para una buena salud, enfatizando aquellos que provienen de fuentes vegetales.

- Consideremos cinco o más porciones de frutas y verduras cada día, y de preferencia de diferentes colores. De esta manera, se asegurará de que su cuerpo reciba vitaminas y minerales variados.
- Los productos integrales no solo sirven para bajar de peso, sino que son menos procesados y ayudan a nuestro sistema digestivo.
- Evitemos comer comida chatarra y aquellos alimentos muy procesados (como los embutidos).
- Adoptemos un estilo de vida físicamente activo. Lo más simple puede hacer un gran cambio; como por ejemplo, caminar unos 30 minutos al día. Esto nos ayudará mucho, como mejorar la circulación y elevar nuestro estado de ánimo.
Ojo: es sumamente importante que consultes al médico para que te indique cuál es la mejor actividad dependiendo de tu caso.

Finalmente, hay otro aspecto que a veces descuidamos, pero que es sumamente importante: el emocional. Ya sea que decidamos optar por ayuda profesional (como psicólogos o grupos de apoyo) o no, lo importante es darnos cuenta que estamos en un momento clave de nuestras vidas y debemos asumirlo con fuerza y esperanza.

Es importante darnos tiempo para recuperar nuestra seguridad y confianza, y hacer las cosas que nos gustan. También hagamos un espacio para estar con nuestra familia y amigos y aprovechar el tiempo al máximo.

10 noviembre 2009

La Mamografía: examen básico una vez al año.

Foto: Campaña "¿Lo harías por mí?"

Hemos comentado lo importante que es realizar el autoexamen para poder prevenir el cáncer de mama. Sin embargo, no debemos olvidar otro método que es bastante recomendado por los médicos: la Mamografía, el cual sigue siendo la mejor manera de detectar a tiempo la enfermedad y reducir la tasa de mortalidad.

Muchas veces con solo escuchar nombrar este examen nos sentimos incómodas y desmotivadas; tal vez porque no conocemos exactamente en qué consiste el procedimiento. Por ello queremos derribar los miedos e incentivar a que más mujeres hagan este examen por lo que explicaremos en qué consiste a fin de derribar algunos mitos y tomar conciencia de lo importante que será en nuestras vidas hacer este procedimiento cada cierto tiempo.

Los avances tecnológicos de los últimos años están jugando un papel importante de cara a la detección y tratamiento de enfermedades como los tumores, que con las técnicas en 3D y las digitales, están consiguiendo mejorar sus resultados.

En cuanto al cáncer de mama, una de las preguntas más frecuentes es ¿cuándo me hago la mamografía? En realidad no hay un momento del año en que sea ‘necesario’ hacérsela, pero los especialistas recomiendan programarlo por lo menos una vez al año a partir de los 40 años. En caso se tengan familiares directos que hayan sufrido la enfermedad, se recomienda hacerlo dos veces al año, y desde una edad más temprana.

¿En qué consiste exactamente la Mamografía?
Pues es la radiografía de la mama. Es un estudio indoloro, o sea que no te va a doler, pero sí vas a sentir cierta presión sobre las mamas mientras éste se lleva a cabo. Se realiza con un aparato de Rayos X llamado mamógrafo que con muy baja dosis de radiación es capaz de detectar múltiples problemas y, principalmente, el cáncer de mama, incluso en etapas muy precoces de su desarrollo. Por ello, es importante hacerlo una vez al año, porque con este procedimiento podemos detectar incluso algunos pequeños bultos que pasan desapercibidos en la palpación.

¿La ecografía sustituye a la mamografía?
NO. La ecografía es otro tipo de técnica para estudiar la mama que en muchas ocasiones la utilizaremos de forma complementaria a la mamografía. Es decir, son técnicas distintas y cada una tiene su utilidad en el estudio de diferentes problemas de la mama. Dado el carácter complementario de ambas técnicas, en muchas ocasiones resulta útil hacer una ecografía mamaria inmediatamente después de hacer la mamografía, según el criterio del radiólogo que estudie las mamografías. Por este motivo, no debe causar preocupación si tras la mamografía que se lleva a cabo, el radiólogo realiza una ecografía mamaria, ya que en muchas ocasiones resulta necesaria para completar el estudio.

Ahora le damos algunos pequeños consejos para tener en cuenta:
- En primer lugar, es recomendable que la cita sea la semana posterior de la regla, ya que es cuando los senos se desinflaman, quedando menos densos.
- Por otro lado, debes tener en cuenta que hay ocasiones en las que puede darse un falso positivo. Un consejo interesante y que te puede ayudar cuando vas a hacerte la mamografía, es que no te apliques desodorante, perfume, colonia en las axilas ni en el pecho, ya que podría dar lugar a una mancha sobre la imagen, que generaría un falso positivo.
- Conviene que avises al radiólogo si llevas implantes mamarios, ya que el resultado podría alterarse. Por otro lado, debes tener en cuenta que la mamografía debes hacértela cada año (a partir de los 40 años), para prevenir posibles problemas.

Diversos estudios que se han llevado a cabo en el mundo han demostrado que los exámenes de detección del cáncer de mama usando mamografías reducen el número de muertes por esta enfermedad en mujeres que tienen de 40 a 69 años de edad; en especial, las que tienen más de 50 años.

Finalmente, es importante decir que la mamografía es muy segura y prácticamente no tiene efectos adversos. El problema más importante es la radiación y, por eso, debe limitarse su uso a lo acordado por las sociedades científicas.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/especiales/2007/11/tecnologia/pruebas_imagen/mamografia.html