A pesar de que hay mucha mayor información sobre el cáncer de mama y muchas personas comprenden la importancia de cuidarse y prevenir los riesgos sobre esta enfermedad, apenas 20% de las mujeres se realizan el auto-examen de los senos. Tal vez esta cifra podría elevarse si las mujeres comprenderíamos que esta acción, que no toma más de 5 minutos al mes, podría llegar a salvarnos la vida.
Debemos examinar nuestros senos una vez al mes, así esta práctica llegará a convertirse en un hábito. Si bien los médicos recomiendan que empecemos alrededor de los 20 años, nunca es demasiado tarde y el momento ideal para hacerlo por primera vez es ¡ahora!
Pero para empezar nosotras mismas e incentivar que las mujeres de nuestro entorno lo hagan, debemos saber exactamente en qué consiste el autoexamen y cómo debemos realizarlo. A través de unas simples inspecciones y palpaciones comenzaremos a conocer la estructura normal de nuestros senos y estaremos capacitadas para descubrir cualquier anomalía futura que pudiera aparecer.
¿Cuándo es la fecha más adecuada para realizarnos el autoexamen?
A los siete días después del inicio de nuestro periodo menstrual. Durante el período pre-menstrual los senos suelen estar endurecidos y podemos tener sensación de dolor, debido al estímulo hormonal. Por eso, lo ideal es esperar una semana porque así nos aseguramos que el examen se realice con el estado ideal de las mamas y no cuando estos estén sensibles o inflamados. Si estás embarazada o durante la época de menopausia, lo ideal es que sea un día fijo del mes. De esta manera crearemos el hábito y será más fácil recordarlo. Este autoexamen te permitirá reconocer nódulos o tumoraciones que podrían ser cancerosos. Recuerda que un tratamiento oportuno puede salvar tu vida. Antes de realizar esta evaluación personal, consulta con tu médico ginecólogo para que te informe sobre la forma correcta de hacerlo.
¿Cómo realizo el auto examen?
La Inspección
Párate frente a un espejo y observa tus senos, primero con los brazos colgando libremente a los costados, luego elevándolos por encima de la cabeza y finalmente con las manos presionando la cintura (esta maniobra contrae el músculo pectoral).
Observa tus senos para detectar diferencias entre una y otra mama, alteraciones en el tamaño o en la forma, fíjate con cuidado en el contorno de cada seno (bultos, durezas, retracciones del pezón). También observa la piel para ver si presenta alguna coloración rojiza peculiar, alguna ulceración, etc. Si existe alguna alteración en la mama, modificación en la piel, o en los pezones lo recomendable es que acudas a tu médico para que te examine mejor.
Palpación A
Debes realizarla acostada porque en esta posición los músculos están relajados y se facilita la palpación. Si vas a examinar la mama derecha primero, debes colocar una pequeña almohada bajo el hombro derecho, a su vez el brazo de este lado debes elevarlo y situarlo detrás de la cabeza a nivel de la nuca (como la posición de la imagen).
Después, con los tres dedos centrales de la mano izquierda realiza movimientos concéntricos o espirales alrededor de la mama, presionando suave pero firmemente con las yemas de los dedos y efectuando movimientos circulares en cada punto palpado, desde la periferia de la mama hasta el pezón, y en el sentido de las agujas del reloj.
Debes realizarla acostada porque en esta posición los músculos están relajados y se facilita la palpación. Si vas a examinar la mama derecha primero, debes colocar una pequeña almohada bajo el hombro derecho, a su vez el brazo de este lado debes elevarlo y situarlo detrás de la cabeza a nivel de la nuca (como la posición de la imagen).
Después, con los tres dedos centrales de la mano izquierda realiza movimientos concéntricos o espirales alrededor de la mama, presionando suave pero firmemente con las yemas de los dedos y efectuando movimientos circulares en cada punto palpado, desde la periferia de la mama hasta el pezón, y en el sentido de las agujas del reloj.
Palpación B
El segundo paso es realizar al anterior pero con movimientos verticales. Para ello desplaza la mano para arriba y para abajo, cubriendo toda la mama. Después, realiza los movimientos de cuadrantes, en los cuales la mano se desplaza desde el pezón, a la periferia de la mama y se regresa, hasta cubrir todo el seno.
Palpación C
En la misma posición debes palpar la axila correspondiente a la mama que estás explorando, para descartar la aparición de bultos; para ello, desplaza la mano a lo largo de toda la axila realizando movimientos circulares de la mano en cada posición, la presión que haz de ejercer con los dedos debe ser levemente mayor que en el caso anterior.
Palpación D
Finalmente, debes realizar la palpación de la aureola y el pezón, presionando el pezón entre los dedos pulgar e índice. Observa si al presionar existe algún tipo de secreción. También levanta el pezón junto a la aureola para comprobar si existe buena movilidad o adherencia.
Esta actividad debes realizarla por lo menos una vez al mes. Si encuentras algún cambio en tu cuerpo, un pequeño bulto o un cambio en la forma de tus senos anda inmediatamente al médico para que te realice un examen más exhaustivo. Las dejamos con este video, que grafica lo que hemos explicado en este post. Recuerda siempre: ¡Quiérete, cuídate, tócate!
fuentes: