Aún más difícil que aceptar que padecemos cáncer de seno, es tener la fortaleza de compartir nuestra experiencia. Pero es importante, porque otras mujeres podrán aprender de lo que hemos vivido. Aquí presentamos algunos testimonios muy valiosos de mujeres que han tenido cáncer de seno. Y también comparto con ustedes mi propia experiencia, porque de verdad creo que hablar sobre la enfermedad es una gran ayuda para nosotras mismas, y para el resto.
Luz Ibarra, 45 años. “Compartir lo que te pasa te levanta” (paciente)
Fui a consulta con mi ginecóloga para tratarme un problema que tenía en el útero, una revisión de rutina. En mi chequeo, la doctora me detectó una bolita en el seno izquierdo. Me mandó a hacer unos estudios. Me hice una mamografía y me detectaron el tumor. Afortunadamente, el cáncer estaba en etapa inicial. La cirugía a la que fui sometida no tenía mucho riesgo, me quitaron el pezón para limpiar los conductos y evitar que el cáncer se extendiera, no hubo necesidad de retirar todo el seno. Ya terminé la primera etapa de mis quimioterapias.
Una de las cosas que me ayudó mucho fue el continuar acudiendo a mi trabajo y mantenerme activa. Por algún tiempo no quería que nadie se enterara, pero ahora me gusta compartirlo. Mi motor eran mis hijos, mi familia, y después descubrí que hay otros motores de vida: compartir lo que te pasa te levanta, sin esperar que un medicamento te ayude.
Gabriela Roca Lance, 31 años. “Disfruto la vida a cada momento” (paciente)
Tenía 27 años de edad cuando me detectaron cáncer de mama. Mi tratamiento consistió inicialmente en 4 ciclos de quimioterapia, para después realizarme una cirugía y 25 radioterapias. Durante ese proceso, utilicé medicina homeopática y sábila. Acudía constantemente a mis revisiones médicas, pero después de un año lamentablemente el cáncer regresó y atacó mis dos pulmones, hígado y colon. Todavía no estoy declarada sana.
Continúo con un tratamiento alternativo, decidí dejar la quimio y la radioterapia, porque te lastima mucho y realmente no te aseguran que te vaya a curar; en la mayoría de los casos son solamente paliativos.
Sigo con mi vida normal, trabajo, soy médico cirujano y homeópata. Pienso que la vida se debe disfrutar a cada momento, a pesar de vivir con alguna enfermedad.
Alicia Bazán, 27 años “Aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir” (Hija de paciente)
A mi mamá le detectaron cáncer de seno a los 38 años. Lamentablemente, ella dejó pasar mucho tiempo antes de acudir a un médico. Sus pezones habían cambiado de forma y eso era indicativo de que algo no estaba bien. Le hicieron la mastectomía y luego vinieron las quimioterapias. Aprendimos que el cáncer es una enfermedad con la que se debe convivir porque tuvimos más de 12 años de tratamiento. Sin embargo, ella siempre se mantuvo bastante positiva y con mucha fortaleza.
Al final las células cancerígenas de su cuerpo vencieron la batalla. Pero creo que todos aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir. La más importante es que una detección a tiempo puede cambiarlo todo. Siempre debemos estar atentas a los cambios en nuestros senos y acudir al médico con regularidad.
Se requiere mucho valor para compartir este tipo de experiencias, porque a veces puede resultar un poco doloroso recordar lo que nos ha tocado vivir. Pero también debemos tener en cuenta, que de esta manera ayudamos a otros que se encuentran en la misma situación que ya vivimos.
Esperamos que también puedas compartir lo que sientes y piensas con nosotros.
Luz Ibarra, 45 años. “Compartir lo que te pasa te levanta” (paciente)
Fui a consulta con mi ginecóloga para tratarme un problema que tenía en el útero, una revisión de rutina. En mi chequeo, la doctora me detectó una bolita en el seno izquierdo. Me mandó a hacer unos estudios. Me hice una mamografía y me detectaron el tumor. Afortunadamente, el cáncer estaba en etapa inicial. La cirugía a la que fui sometida no tenía mucho riesgo, me quitaron el pezón para limpiar los conductos y evitar que el cáncer se extendiera, no hubo necesidad de retirar todo el seno. Ya terminé la primera etapa de mis quimioterapias.
Una de las cosas que me ayudó mucho fue el continuar acudiendo a mi trabajo y mantenerme activa. Por algún tiempo no quería que nadie se enterara, pero ahora me gusta compartirlo. Mi motor eran mis hijos, mi familia, y después descubrí que hay otros motores de vida: compartir lo que te pasa te levanta, sin esperar que un medicamento te ayude.
Gabriela Roca Lance, 31 años. “Disfruto la vida a cada momento” (paciente)
Tenía 27 años de edad cuando me detectaron cáncer de mama. Mi tratamiento consistió inicialmente en 4 ciclos de quimioterapia, para después realizarme una cirugía y 25 radioterapias. Durante ese proceso, utilicé medicina homeopática y sábila. Acudía constantemente a mis revisiones médicas, pero después de un año lamentablemente el cáncer regresó y atacó mis dos pulmones, hígado y colon. Todavía no estoy declarada sana.
Continúo con un tratamiento alternativo, decidí dejar la quimio y la radioterapia, porque te lastima mucho y realmente no te aseguran que te vaya a curar; en la mayoría de los casos son solamente paliativos.
Sigo con mi vida normal, trabajo, soy médico cirujano y homeópata. Pienso que la vida se debe disfrutar a cada momento, a pesar de vivir con alguna enfermedad.
Alicia Bazán, 27 años “Aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir” (Hija de paciente)
A mi mamá le detectaron cáncer de seno a los 38 años. Lamentablemente, ella dejó pasar mucho tiempo antes de acudir a un médico. Sus pezones habían cambiado de forma y eso era indicativo de que algo no estaba bien. Le hicieron la mastectomía y luego vinieron las quimioterapias. Aprendimos que el cáncer es una enfermedad con la que se debe convivir porque tuvimos más de 12 años de tratamiento. Sin embargo, ella siempre se mantuvo bastante positiva y con mucha fortaleza.
Al final las células cancerígenas de su cuerpo vencieron la batalla. Pero creo que todos aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir. La más importante es que una detección a tiempo puede cambiarlo todo. Siempre debemos estar atentas a los cambios en nuestros senos y acudir al médico con regularidad.
Se requiere mucho valor para compartir este tipo de experiencias, porque a veces puede resultar un poco doloroso recordar lo que nos ha tocado vivir. Pero también debemos tener en cuenta, que de esta manera ayudamos a otros que se encuentran en la misma situación que ya vivimos.
Esperamos que también puedas compartir lo que sientes y piensas con nosotros.