Durante la etapa post-tratamiento, a muchas personas les preocupa la forma en que se ven y se sienten, y sobre todo, que el cáncer regrese. Otras mujeres se preguntan qué pueden hacer para evitar que la enfermedad vuelva. Saber qué esperar después del tratamiento del cáncer puede ayudar a los sobrevivientes y los familiares a programar los cuidados del seguimiento, hacer cambios en su estilo de vida, mantener la esperanza y tomar decisiones importantes.
Dentro de los cambios que debemos implementar, creo que el primero y más importante es establecer una relación activa y estrecha con nuestro médico. No tengas miedo en hacerle cualquier pregunta y pedirle que despeje todas tus dudas. De esta manera, te sentirás más segura y sabrás a qué atenerte, qué puede suceder y cómo poder resolverlo.
La idea de tener este “cuidado de seguimiento” es verificar si el cáncer ha regresado (recurrido) o si se ha diseminado a otra parte del cuerpo (metástasis). También puede ayudar a:
- Encontrar otros tipos de cáncer.
- Detectar efectos secundarios del tratamiento ahora, o que podrían desarrollarse años después del tratamiento.
Por lo general, los especialistas recomiendan regresar a consulta cada 3 ó 4 meses durante los primeros 2 ó 3 años después del tratamiento; y 1 ó 2 veces al año después de eso, para citas de seguimiento rutinario. Es importante que estés atenta a cualquier cambio en tu salud y le informes al médico de cualquier problema o malestar.
Algo importante, aun si te enteras que el cáncer ha regresado, no hay razón para perder las esperanzas. Muchas personas viven una vida buena durante años, aunque el cáncer haya regresado. Así que no es razón para desanimarse.
Otro aspecto importante es hacer algunos cambios en nuestro estilo de vida. Es el momento ideal para tomar medidas y cuidarnos mejor y empezar a vivir una vida sana.
Hacer cambios en la forma en que nos alimentamos, ejercitamos y vivimos nuestra vida nos ayudará a sentirnos mejor y puede incluso disminuir su probabilidad de desarrollar otros problemas de salud.
Aquí algunas simples ideas que pueden contribuir mucho:
Dejar de fumar. Las investigaciones muestran que el hábito de fumar puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer en el mismo sitio, o en otro.
Disminuir la cantidad de alcohol que toma. Las investigaciones muestran que el alcohol puede aumentar la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Alimentarse bien y hacer ejercicio. Debemos comenzar a consumir alimentos adecuados para una buena salud, enfatizando aquellos que provienen de fuentes vegetales.
- Consideremos cinco o más porciones de frutas y verduras cada día, y de preferencia de diferentes colores. De esta manera, se asegurará de que su cuerpo reciba vitaminas y minerales variados.
- Los productos integrales no solo sirven para bajar de peso, sino que son menos procesados y ayudan a nuestro sistema digestivo.
- Evitemos comer comida chatarra y aquellos alimentos muy procesados (como los embutidos).
- Adoptemos un estilo de vida físicamente activo. Lo más simple puede hacer un gran cambio; como por ejemplo, caminar unos 30 minutos al día. Esto nos ayudará mucho, como mejorar la circulación y elevar nuestro estado de ánimo.
Ojo: es sumamente importante que consultes al médico para que te indique cuál es la mejor actividad dependiendo de tu caso.
Finalmente, hay otro aspecto que a veces descuidamos, pero que es sumamente importante: el emocional. Ya sea que decidamos optar por ayuda profesional (como psicólogos o grupos de apoyo) o no, lo importante es darnos cuenta que estamos en un momento clave de nuestras vidas y debemos asumirlo con fuerza y esperanza.
Es importante darnos tiempo para recuperar nuestra seguridad y confianza, y hacer las cosas que nos gustan. También hagamos un espacio para estar con nuestra familia y amigos y aprovechar el tiempo al máximo.