17 mayo 2010

Cáncer de mama: La Familia entra en acción

foto: photobucket.com

Sin lugar a dudas la familia es una de las principales fuentes de apoyo (o en la mayoría de casos, la principal) cuando una persona es diagnosticada con cáncer de seno. Sea cual fuese el lazo que nos une (madre, hija, hermana), no escatimaremos en brindarle el máximo afecto posible y la cantidad de tiempo necesaria para acompañarlas en un momento tan delicado y determinante.

Una vez que la enfermedad es diagnosticada, la familia en conjunto se verá expuesta a una serie de decisiones, emociones y cambios en sus hábitos y modos de vida. Es posible que algunos miembros desarrollen un mayor o menor grado de implicación, de acuerdo a su condición (edad, parentesco, carácter), pero lo cierto es que ninguno de ellos podrá evitar ser parte de los cambios que se darán.

Debemos tener en cuenta que las reacciones emocionales que puedan darse en la familia estarán condicionadas a la idea formada que se tenga de la enfermedad (en muchos casos, equivocadamente se le atribuye una valoración negativa, originada por el desconocimiento o por conceptos erróneos que aún subsisten en la sociedad). Una mala recepción familiar hacia quien padece de cáncer de seno, no sólo repercutirá en su calidad de vida, sino que influirá en las distintas esferas de la vida: física, emocional, social y laboral.

Emociones a mil
Cuando uno apoya a un ser querido durante su experiencia con el cáncer de seno, con toda seguridad experimentará una serie de emociones conflictivas, que irán desde la incredulidad, negación, rabia, alivio, preocupación y hasta sentido de culpa. También existe un profundo sentido de impotencia, de no saber qué hacer mientras se lucha por comprender los sentimientos propios de uno y, a su vez, tener que brindar apoyo y tratar de entender a la otra persona.

No olvidemos que, por ejemplo, una mujer que se ha sometido a una mastectomía, puede desarrollar un trauma extremo, por la pérdida de un seno. Es sumamente importante que todos, no solamente la pareja, se apoyen unos con otros y comprendan que pasar por este proceso es normal.

Pero concretamente, ¿Qué se puede hacer en casa? Generalmente, las primeras acciones que se realizarán serán comprender adecuadamente las opciones de tratamiento (encontrar un oncólogo), proporcionar noticias de interés sobre temas de salud y control de los efectos secundarios.

Aquí brindamos algunos consejos más a considerar:

-Organizarse: Lo primero que debería hacerse es evitar que uno o pocos miembros carguen con toda la responsabilidad de atender a la persona que padece la enfermedad. Es importante que todos cumplan roles y compartan responsabilidades respecto a las tareas que implica el tratamiento de un paciente.
-Establecer turnos: Si el estado de salud de la paciente en algún momento es delicado, es importante que se determinen horas específicas para que cada miembro esté cerca y brinde asistencia. Siempre será bueno que se turnen incluso para relajarse o bajar las tensiones propias de la situación.
-No todos somos capaces: Es posible que para algunos familiares la experiencia sea traumática, pues psicológicamente pueden verse afectados por ver a una persona tan querida pasar por esta etapa. Hay que considerar que, a pesar de la voluntad, en muchos pasajes probablemente no podrán soportar emocionalmente la tarea y es mejor mantenerlos prudencialmente al margen hasta que puedan evitar el descontrol.

Para finalizar, no debemos olvidar que un clima de unión y armonía familiar, siempre contribuirán adecuadamente con la terapia. Se trate de nuestra madre, hermana o hija, ella necesitará de nuestra mayor comprensión y soporte. La lucha contra el cáncer de seno no es tarea única y exclusiva de quien lo padece. Quiénes mejor para acompañar esta cruzada que aquellos con quienes hemos crecido y compartimos, además de lazos sanguíneos, vivencias emocionales y sentimientos de amor genuino.



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