22 diciembre 2009

El amor es la clave: Un mensaje que no debemos olvidar

foto: worthington libraries

Todos quienes manejamos cuentas de correo electrónico, sean personales o laborales, solemos recibir las llamadas “cadenas” o mensajes que fueron reenviados una y otra vez. Algunos los borramos, otros nos tomamos el tiempo de leerlas y, en caso de considerarlos relevantes, los enviamos a nuestros contactos. En otros casos, estos mails van directo a la papelera como “no deseado”.

En esta oportunidad nos pareció oportuno compartir dos historias sobre amor y esperanza, de personas que han tenido o vivido de cerca experiencias relacionadas al cáncer de mama. Probablemente los hayan tenido en su bandeja de entrada, pero en caso no los hayan leído, aquí los posteamos a continuación:

…Un señor de alrededor de 50 años entró discretamente a un café y se sentó a una mesa desocupada. Antes de hacer su pedido, se percató de un grupo de hombres más jóvenes sentados en una mesa cercana, se estaban riendo. Le resultó obvio que se estaban riendo y burlando de él. No tardó demasiado en recordar que llevaba puesto un pequeño lazo rosado colocado sobre la solapa de su chaqueta y que éste era el motivo de las risas.
Al principio los ignoró, pero las risas comenzaban a irritarlo. Miró a uno de ellos, señaló su lazo y le preguntó: “¿Esto te causa gracia?”
Con eso, los hombres se miraron entre sí, desconcertados. Aún tratando de contener la risa, uno de ellos le contestó: “No lo tomes a mal, sólo comentábamos lo lindo que te queda el moño rosado con ese saco azul”.
Con un gesto amistoso, el señor invitó al bromista a sentarse a su mesa. Incómodo como estaba, el joven aceptó, sin saber bien para qué.
Con voz muy calmada, el señor le explicó: “Llevo puesto este lazo rosado para alertar a todos sobre el cáncer de mamas. Lo llevo puesto en honor a mi madre.”
“Señor, perdone usted. ¿Su madre murió de cáncer de mamas?”. “No, no está muerta. Felizmente está viva y muy bien de salud. Pero fueron sus senos los que me alimentaron cuando era un bebé. Y en sus senos fue donde descansé mi cabeza cuando estaba atemorizado o triste cuando era un niño pequeño. Estoy muy agradecido por los senos de mi madre por la salud de la que goza hoy.”
“Hummm”, contestó el joven, “¡claro!”. “También llevo puesto este lazo rosado en honor a mi esposa”, siguió el señor. “¿Ella también está bien?”, preguntó el muchacho.
“Oh, sí. Ella está perfecta. Y con sus senos alimentó y nutrió a nuestra hermosa hija hace 23 años. Estoy muy agradecido por los senos de mi esposa y por su salud.” “Entiendo. Así que supongo que también lo llevas puesto en honor a tu hija.”
“No, ya no puedo llevarlo puesto en honor a mi hija, para eso es tarde. Ella falleció de cáncer de mamas hace un mes. Ella creyó que era demasiado joven para tener cáncer de mamas. Así que, cuando casualmente se notó un bulto, lo ignoró. Ella pensó que como no le causaba dolor, no había nada de qué preocuparse.”
Ahora abatido y avergonzado, el joven le dijo, “Oh! señor, cuánto lo siento...” “Por eso, en memoria de mi hija, también llevo puesto este pequeño lazo rosado, porque me permite otorgarle a otros una oportunidad que yo ya no tengo. Así que ahora, anda y conversa esto con tu esposa y tu hija, tu madre y tu hermana, así como también con tus amigos.”
“Y toma...” El señor metió su mano en el bolsillo y sacó otro pequeño lazo rosado y se lo entregó al hombre joven. El muchacho miró el lazo que le fue entregado y levantando su cabeza le pregunto al señor: “¿Me ayuda a ponérmelo........?”
A veces es difícil contar nuestra propia historia. Pero llevar el mensaje de lo que hemos vivido ayudará a otras personas. Además, de esta manera podemos llevar información útil a las personas y ayudarlas a tomar mejores decisiones.

...

Una mujer mayor con su vida ya en los años dorados, una buena vida, un esposo, hijos, nietos. De pronto un día sintió algo extraño en un pecho, fue al medico, y los exámenes revelaron que tenía un tumor en el pecho.
Lloraba, no podía creer que a ella que siempre había sido una buena madre, buena abuela, y amaba el Señor sobre todas las cosas podía sucederle algo así. Sólo quería morir, toda palabra que se le dijera era poco, estaba desolada, no dormía…
Pero una noche su esposo se sentó al lado de ella, y le abrazó. Le dijo: “Te amé cuando eras una mujer entera, te amé cuando tus estados de ánimos eran difíciles de entender, sequé tus lágrimas cada vez que un hijo tenía problemas… Siempre de mi mano has estado, nunca te he soltado, y hoy que estamos en el ocaso de nuestras vidas, da gracias a Dios porque yo nunca te he dejado de amar.
Y hoy que sólo tienes un pecho, mi amor por ti no ha cambiado, al contrario.
Admiro tu valentía, amo por sobre todas las cosas que nunca has renegado de Dios. Lo asumiste, y estás aquí a mi lado, aún sientes malestar pero estás viva, estás para poder mirarte todas las mañanas y decirte “¡Qué guapa estas!” Eso nunca cambiará en mí, porque eres y serás mi mujer, mi amor de siempre. Aún hoy que te ha tocado tan pesada carga tienes mis brazos para sostenerte, aquí estoy a tu lado, y Dios junto a nosotros, dándonos, fuerza y fe.
Te amé cuando eras hermosa, hoy eres bellísima, los años te han dado sabiduría y valor… Te admiro mi querida esposa…”


Como vemos, el amor es uno de los sentimientos más sublimes que existen. No solo el amor de pareja, sino en todas sus manifestaciones. Esas personas que amamos y que nos aman, nos dan fuerzas y nos permiten encontrar nuevamente el sentido cuando pensamos que el infortunio ha llegado a nuestras vidas.

Son épocas de fin de año, y como dicen, es momento de hacer un balance. Mirar atrás, al año que se va y lo que nos dejó, echar un vistazo al futuro y tratar de proyectarnos a lo que vendrá. Pero, también es importantísimo vivir el presente, dedicar tiempo a quienes amamos, agradecer por el amor que recibimos de nuestros hijos, padres, amigos, novios, esposos, etc., y tener plena conciencia que siempre debemos mantener la esperanza para todo.

Queremos desearles felices fiestas y que el año que viene sea positivo, lleno de bendiciones y amor.

09 diciembre 2009

Melancolía en las fiestas navideñas ¿Cómo apoyamos a un paciente con cáncer de mama?


Foto: indierocket

Estamos cerca a la Navidad. Siempre se dice que esta época del año es la más propicia para estar con la familia y los seres queridos, compartir y reflexionar. Todos los mensajes que llegan a nosotros son de esperanza y felicidad. Sin embargo, estas festividades no tienen el mismo significado para todos.

Se sabe que durante esta época muchas personas son más sensibles a la melancolía y a sentirse deprimidas, sobre todo si están atravesando un momento complicado como puede ser un diagnóstico de cáncer de mama.

¿Qué hacer si llegan las fiestas de fin de año y tenemos a un ser querido que está padeciendo la enfermedad? ¿Cómo los apoyamos? ¿Qué decimos? Lo primero que debemos hacer es estar muy atentos ante las señales para poder ayudar a nuestros seres queridos a levantar el ánimo. Los especialistas recomiendan estimular a las personas deprimidas a que recuerden todo lo positivo que les pasó este año y no centrarse en lo negativo, así como recordar con amor y cariño a los familiares y amigos que están lejos o fallecieron.

¿Pero por qué es importante apoyar emocionalmente y dar ánimos a un paciente de cáncer? Los estudios revelan que hay una relación directa entre la depresión y el riesgo de muerte en pacientes con cáncer. Algunos estudios médicos señalan que podrían existir efectos directos de la depresión en el sistema inmune de los pacientes. Es decir, que un estado de tristeza profunda o melancolía nos afecta físicamente porque hace que nuestras defensas se encuentren por debajo de lo normal.

Además, no descartan que los sujetos con depresión experimenten cambios negativos de comportamiento. Su apatía y tristeza, apuntan, podrían hacer que desoigan los consejos médicos, que incumplan las pautas de las terapias o incluso que incrementen el consumo de alcohol o tabaco.

En cualquier caso, estos especialistas insisten en la importancia de detectar y tratar a tiempo la depresión en pacientes con cáncer y no "excusarla como una reacción comprensible e inevitable ante el diagnóstico".

Destinemos un tiempo especial a nuestro ser querido. Hagámosle saber que estamos allí para ellos y que si bien no podemos comprender cómo y qué están sintiendo, estamos a su lado para lo que necesiten. Seamos comprensivos y busquemos hacer cosas que puedan ayudarlos a levantar el ánimo.

Vivir con cáncer de seno es algo difícil de asumir, pero es algo que debemos aprender a enfrentar y tratar de salir adelante. Encontramos un mensaje de la cantante Soraya que nos gustaría compartir con ustedes. Esta carta resume de manera perfecta lo que en todo este tiempo hemos tratado de compartir con ustedes a través de este blog.
Esperamos que realmente sea un mensaje de motivación y esperanza, sobre todo en esta época.



25 noviembre 2009

Terminó mi tratamiento… ¿ahora qué debo hacer?

Lo primero que debemos tener en consideración es que el cáncer de mama es una enfermedad con la que debemos aprender a vivir. Así, aunque nuestro médico nos indique que hemos culminado nuestro tratamiento, siempre debemos estar atentas y tomar ciertas medidas preventivas.

Durante la etapa post-tratamiento, a muchas personas les preocupa la forma en que se ven y se sienten, y sobre todo, que el cáncer regrese. Otras mujeres se preguntan qué pueden hacer para evitar que la enfermedad vuelva. Saber qué esperar después del tratamiento del cáncer puede ayudar a los sobrevivientes y los familiares a programar los cuidados del seguimiento, hacer cambios en su estilo de vida, mantener la esperanza y tomar decisiones importantes.

Dentro de los cambios que debemos implementar, creo que el primero y más importante es establecer una relación activa y estrecha con nuestro médico. No tengas miedo en hacerle cualquier pregunta y pedirle que despeje todas tus dudas. De esta manera, te sentirás más segura y sabrás a qué atenerte, qué puede suceder y cómo poder resolverlo.

La idea de tener este “cuidado de seguimiento” es verificar si el cáncer ha regresado (recurrido) o si se ha diseminado a otra parte del cuerpo (metástasis). También puede ayudar a:
- Encontrar otros tipos de cáncer.
- Detectar efectos secundarios del tratamiento ahora, o que podrían desarrollarse años después del tratamiento.

Por lo general, los especialistas recomiendan regresar a consulta cada 3 ó 4 meses durante los primeros 2 ó 3 años después del tratamiento; y 1 ó 2 veces al año después de eso, para citas de seguimiento rutinario. Es importante que estés atenta a cualquier cambio en tu salud y le informes al médico de cualquier problema o malestar.

Algo importante, aun si te enteras que el cáncer ha regresado, no hay razón para perder las esperanzas. Muchas personas viven una vida buena durante años, aunque el cáncer haya regresado. Así que no es razón para desanimarse.

Otro aspecto importante es hacer algunos cambios en nuestro estilo de vida. Es el momento ideal para tomar medidas y cuidarnos mejor y empezar a vivir una vida sana.

Hacer cambios en la forma en que nos alimentamos, ejercitamos y vivimos nuestra vida nos ayudará a sentirnos mejor y puede incluso disminuir su probabilidad de desarrollar otros problemas de salud.

Aquí algunas simples ideas que pueden contribuir mucho:

Dejar de fumar. Las investigaciones muestran que el hábito de fumar puede aumentar la probabilidad de desarrollar cáncer en el mismo sitio, o en otro.

Disminuir la cantidad de alcohol que toma. Las investigaciones muestran que el alcohol puede aumentar la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Alimentarse bien y hacer ejercicio. Debemos comenzar a consumir alimentos adecuados para una buena salud, enfatizando aquellos que provienen de fuentes vegetales.

- Consideremos cinco o más porciones de frutas y verduras cada día, y de preferencia de diferentes colores. De esta manera, se asegurará de que su cuerpo reciba vitaminas y minerales variados.
- Los productos integrales no solo sirven para bajar de peso, sino que son menos procesados y ayudan a nuestro sistema digestivo.
- Evitemos comer comida chatarra y aquellos alimentos muy procesados (como los embutidos).
- Adoptemos un estilo de vida físicamente activo. Lo más simple puede hacer un gran cambio; como por ejemplo, caminar unos 30 minutos al día. Esto nos ayudará mucho, como mejorar la circulación y elevar nuestro estado de ánimo.
Ojo: es sumamente importante que consultes al médico para que te indique cuál es la mejor actividad dependiendo de tu caso.

Finalmente, hay otro aspecto que a veces descuidamos, pero que es sumamente importante: el emocional. Ya sea que decidamos optar por ayuda profesional (como psicólogos o grupos de apoyo) o no, lo importante es darnos cuenta que estamos en un momento clave de nuestras vidas y debemos asumirlo con fuerza y esperanza.

Es importante darnos tiempo para recuperar nuestra seguridad y confianza, y hacer las cosas que nos gustan. También hagamos un espacio para estar con nuestra familia y amigos y aprovechar el tiempo al máximo.

10 noviembre 2009

La Mamografía: examen básico una vez al año.

Foto: Campaña "¿Lo harías por mí?"

Hemos comentado lo importante que es realizar el autoexamen para poder prevenir el cáncer de mama. Sin embargo, no debemos olvidar otro método que es bastante recomendado por los médicos: la Mamografía, el cual sigue siendo la mejor manera de detectar a tiempo la enfermedad y reducir la tasa de mortalidad.

Muchas veces con solo escuchar nombrar este examen nos sentimos incómodas y desmotivadas; tal vez porque no conocemos exactamente en qué consiste el procedimiento. Por ello queremos derribar los miedos e incentivar a que más mujeres hagan este examen por lo que explicaremos en qué consiste a fin de derribar algunos mitos y tomar conciencia de lo importante que será en nuestras vidas hacer este procedimiento cada cierto tiempo.

Los avances tecnológicos de los últimos años están jugando un papel importante de cara a la detección y tratamiento de enfermedades como los tumores, que con las técnicas en 3D y las digitales, están consiguiendo mejorar sus resultados.

En cuanto al cáncer de mama, una de las preguntas más frecuentes es ¿cuándo me hago la mamografía? En realidad no hay un momento del año en que sea ‘necesario’ hacérsela, pero los especialistas recomiendan programarlo por lo menos una vez al año a partir de los 40 años. En caso se tengan familiares directos que hayan sufrido la enfermedad, se recomienda hacerlo dos veces al año, y desde una edad más temprana.

¿En qué consiste exactamente la Mamografía?
Pues es la radiografía de la mama. Es un estudio indoloro, o sea que no te va a doler, pero sí vas a sentir cierta presión sobre las mamas mientras éste se lleva a cabo. Se realiza con un aparato de Rayos X llamado mamógrafo que con muy baja dosis de radiación es capaz de detectar múltiples problemas y, principalmente, el cáncer de mama, incluso en etapas muy precoces de su desarrollo. Por ello, es importante hacerlo una vez al año, porque con este procedimiento podemos detectar incluso algunos pequeños bultos que pasan desapercibidos en la palpación.

¿La ecografía sustituye a la mamografía?
NO. La ecografía es otro tipo de técnica para estudiar la mama que en muchas ocasiones la utilizaremos de forma complementaria a la mamografía. Es decir, son técnicas distintas y cada una tiene su utilidad en el estudio de diferentes problemas de la mama. Dado el carácter complementario de ambas técnicas, en muchas ocasiones resulta útil hacer una ecografía mamaria inmediatamente después de hacer la mamografía, según el criterio del radiólogo que estudie las mamografías. Por este motivo, no debe causar preocupación si tras la mamografía que se lleva a cabo, el radiólogo realiza una ecografía mamaria, ya que en muchas ocasiones resulta necesaria para completar el estudio.

Ahora le damos algunos pequeños consejos para tener en cuenta:
- En primer lugar, es recomendable que la cita sea la semana posterior de la regla, ya que es cuando los senos se desinflaman, quedando menos densos.
- Por otro lado, debes tener en cuenta que hay ocasiones en las que puede darse un falso positivo. Un consejo interesante y que te puede ayudar cuando vas a hacerte la mamografía, es que no te apliques desodorante, perfume, colonia en las axilas ni en el pecho, ya que podría dar lugar a una mancha sobre la imagen, que generaría un falso positivo.
- Conviene que avises al radiólogo si llevas implantes mamarios, ya que el resultado podría alterarse. Por otro lado, debes tener en cuenta que la mamografía debes hacértela cada año (a partir de los 40 años), para prevenir posibles problemas.

Diversos estudios que se han llevado a cabo en el mundo han demostrado que los exámenes de detección del cáncer de mama usando mamografías reducen el número de muertes por esta enfermedad en mujeres que tienen de 40 a 69 años de edad; en especial, las que tienen más de 50 años.

Finalmente, es importante decir que la mamografía es muy segura y prácticamente no tiene efectos adversos. El problema más importante es la radiación y, por eso, debe limitarse su uso a lo acordado por las sociedades científicas.

http://www.elmundo.es/elmundosalud/especiales/2007/11/tecnologia/pruebas_imagen/mamografia.html

26 octubre 2009

El autoexamen: ¡Quiérete, cuídate, tócate!

foto: E.A. Rudas

A pesar de que hay mucha mayor información sobre el cáncer de mama y muchas personas comprenden la importancia de cuidarse y prevenir los riesgos sobre esta enfermedad, apenas 20% de las mujeres se realizan el auto-examen de los senos. Tal vez esta cifra podría elevarse si las mujeres comprenderíamos que esta acción, que no toma más de 5 minutos al mes, podría llegar a salvarnos la vida.

Debemos examinar nuestros senos una vez al mes, así esta práctica llegará a convertirse en un hábito. Si bien los médicos recomiendan que empecemos alrededor de los 20 años, nunca es demasiado tarde y el momento ideal para hacerlo por primera vez es ¡ahora!

Pero para empezar nosotras mismas e incentivar que las mujeres de nuestro entorno lo hagan, debemos saber exactamente en qué consiste el autoexamen y cómo debemos realizarlo. A través de unas simples inspecciones y palpaciones comenzaremos a conocer la estructura normal de nuestros senos y estaremos capacitadas para descubrir cualquier anomalía futura que pudiera aparecer.

¿Cuándo es la fecha más adecuada para realizarnos el autoexamen?
A los siete días después del inicio de nuestro periodo menstrual. Durante el período pre-menstrual los senos suelen estar endurecidos y podemos tener sensación de dolor, debido al estímulo hormonal. Por eso, lo ideal es esperar una semana porque así nos aseguramos que el examen se realice con el estado ideal de las mamas y no cuando estos estén sensibles o inflamados. Si estás embarazada o durante la época de menopausia, lo ideal es que sea un día fijo del mes. De esta manera crearemos el hábito y será más fácil recordarlo. Este autoexamen te permitirá reconocer nódulos o tumoraciones que podrían ser cancerosos. Recuerda que un tratamiento oportuno puede salvar tu vida. Antes de realizar esta evaluación personal, consulta con tu médico ginecólogo para que te informe sobre la forma correcta de hacerlo.


¿Cómo realizo el auto examen?

La Inspección
Párate frente a un espejo y observa tus senos, primero con los brazos colgando libremente a los costados, luego elevándolos por encima de la cabeza y finalmente con las manos presionando la cintura (esta maniobra contrae el músculo pectoral).
Observa tus senos para detectar diferencias entre una y otra mama, alteraciones en el tamaño o en la forma, fíjate con cuidado en el contorno de cada seno (bultos, durezas, retracciones del pezón). También observa la piel para ver si presenta alguna coloración rojiza peculiar, alguna ulceración, etc. Si existe alguna alteración en la mama, modificación en la piel, o en los pezones lo recomendable es que acudas a tu médico para que te examine mejor.

Palpación A
Debes realizarla acostada porque en esta posición los músculos están relajados y se facilita la palpación. Si vas a examinar la mama derecha primero, debes colocar una pequeña almohada bajo el hombro derecho, a su vez el brazo de este lado debes elevarlo y situarlo detrás de la cabeza a nivel de la nuca (como la posición de la imagen).
Después, con los tres dedos centrales de la mano izquierda realiza movimientos concéntricos o espirales alrededor de la mama, presionando suave pero firmemente con las yemas de los dedos y efectuando movimientos circulares en cada punto palpado, desde la periferia de la mama hasta el pezón, y en el sentido de las agujas del reloj.













Palpación B
El segundo paso es realizar al anterior pero con movimientos verticales. Para ello desplaza la mano para arriba y para abajo, cubriendo toda la mama. Después, realiza los movimientos de cuadrantes, en los cuales la mano se desplaza desde el pezón, a la periferia de la mama y se regresa, hasta cubrir todo el seno.









Palpación C
En la misma posición debes palpar la axila correspondiente a la mama que estás explorando, para descartar la aparición de bultos; para ello, desplaza la mano a lo largo de toda la axila realizando movimientos circulares de la mano en cada posición, la presión que haz de ejercer con los dedos debe ser levemente mayor que en el caso anterior.








Palpación D
Finalmente, debes realizar la palpación de la aureola y el pezón, presionando el pezón entre los dedos pulgar e índice. Observa si al presionar existe algún tipo de secreción. También levanta el pezón junto a la aureola para comprobar si existe buena movilidad o adherencia.












Esta actividad debes realizarla por lo menos una vez al mes. Si encuentras algún cambio en tu cuerpo, un pequeño bulto o un cambio en la forma de tus senos anda inmediatamente al médico para que te realice un examen más exhaustivo. Las dejamos con este video, que grafica lo que hemos explicado en este post. Recuerda siempre: ¡Quiérete, cuídate, tócate!




fuentes:

14 octubre 2009

Seamos parte de la lucha contra el cáncer de mama


Octubre es el mes del cáncer de mama, y queremos aprovechar en compartir algunas cifras que nos ayuden a darnos cuenta de las reales dimensiones de esta enfermedad:

3,500 limeñas son diagnosticadas con cáncer de mama anualmente. Se trata de una enfermedad que no discrimina y puede presentarse en cualquier persona. Por eso, es importante no olvidar nuestros chequeos anuales y estar atentas a los cambios en nuestro cuerpo. La detección temprana siempre será nuestra mejor aliada.
Más del 70% de mujeres con diagnóstico de cáncer de mama en etapa temprana logran superar la enfermedad. Nunca será suficiente repetirlo: la clave es la prevención y la detección a tiempo. Si detectamos algún cambio o un pequeño bulto en nuestros senos, no esperemos que pase mucho para acudir al médico. El tiempo es un factor clave, y solo depende de nosotras. Tengamos presente que, de los 3,500 nuevos casos detectados cada año en Lima, alrededor del 40% son diagnosticados en etapas avanzadas.
El cáncer es actualmente la segunda causa de muerte en el Perú, y en el caso de las mujeres, el cáncer de mama es la neoplasia más frecuente. Se estima que, en el país, mueren en promedio 3.85 de cada 100,000 mujeres al año debido a esta enfermedad, y en el mundo son alrededor de 6.3 mujeres de cada 100,000.
35 años es la edad promedio en la que se desarrolla el cáncer de mama. Por encima de esa edad comienzan a presentarse los signos. Se ha comprobado que mujeres que dieron a luz antes de los 20 años es raro que desarrollen cáncer de mama. De acuerdo al Centro de Ginecología Preventiva OncoGyn, sólo dos de cada 10 mujeres en edad reproductiva (de 15 a 49 años) se realiza un chequeo ginecológico de forma preventiva con el objetivo de evitar infecciones, enfermedades degenerativas e inclusive el cáncer.
La vida de una mujer puede depender de una actividad que le toma 5 minutos al mes: el autoexamen. Nunca debemos dejar de repetirnos a nosotras mismas y a todas las mujeres que conozcamos: tócate. Esa es la única manera de poder detectar cambios en nuestros senos. Si el tumor se detecta cuando el tamaño alcanza máximo los 2 cm, las probabilidades de curarlo completamente es del 95%. 2 años y medio se demora en desarrollar un tumor palpable de 2 a 5 centímetros. Piense que, al realizar los chequeos, se puede descubrirlo más que a tiempo.
8,4 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de mama tienen las mujeres que no tienen hijos. 7 veces más probabilidades de desarrollar cáncer de mama tienen las que dan a luz por encima de los 30 años. Cuando el cáncer es descubierto durante la gestación, las probabilidades de vida de la paciente es menor.
En comparación con otros países de América Latina, el Perú ocupa el quinto lugar en incidencia de cáncer de mama. Tal es el avance del cáncer en nuestro planeta que, en diciembre del año pasado, expertos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) señalaron que, para el año 2010, éste se convertirá en la primera causa de muerte en el mundo, y que superará a las enfermedades del corazón. Los especialistas señalan que esta situación se dará debido al aumento del tabaquismo (especialmente en los países desarrollados), que causará estragos en una población mundial cada vez más sedentaria.
Se estima que aproximadamente el 30% de las muertes por cánceres no detectados, son debidas a la diseminación de éste: metástasis. El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte de mujeres a nivel mundial: hoy es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer y la primera en una franja de edad comprendida entre los 40 y 44 años. En España, cada año se diagnostican 16,000 nuevos casos de cáncer de mama y la experiencia ha demostrado que la detección precoz de este tumor, principal causa de mortalidad entre las mujeres, es la mejor arma en la supervivencia.
Se calcula que cada hora casi cinco peruanos son diagnosticados con cáncer. Y asegura que, tres de esos casos pudieron haberse prevenido o detectado a tiempo. Lamentablemente, solo el 15% de los casos se detecta en su etapa inicial.
En el país, un tercio de los miles de casos tratados por cáncer está relacionado al alcohol y al tabaco. Asimismo, detalló que la mayoría de los casos no presenta síntomas hasta que la enfermedad ya está avanzada. En el caso de las mujeres, el consumo reiterado de alcohol incrementa la actividad metabólica del tejido mamario, promoviendo la oxidación celular, un factor clave en la generación de tumores y, en particular, de cáncer de mama.

Prevención, exámenes médicos anuales, un estilo de vida más sano, menos alcohol y tabaco y más actividad física… son algunas cosas simples, pero de gran ayuda en la lucha contra el cáncer.

Fuentes: Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN); Liga Peruana de Lucha contra el Cáncer; Organización Mundial de la Salud (OMS).

25 septiembre 2009

Consejos de nutrición para pacientes de cáncer de mama

foto: wordpress.com


Darle a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita es importante para todos. Cuando uno combina ejercicio y mantiene un peso adecuado, comer sano es una excelente manera de ayudar a tu cuerpo a mantenerse fuerte y sano.

Esto es más importante aún cuando estamos atravesando un tratamiento para el cáncer de mama o hemos sido tratados en el pasado. En este caso, la alimentación se convierte en un factor clave para ayudarnos a seguir mejor el proceso. Pero también es importante para las personas que tienen alto riesgo de contraer la enfermedad.

¿Pero en realidad qué significa comer sano?
Comer sano significa tener en cuenta comidas variadas que nos darán todos los nutrientes que necesitamos. Estos nutrientes incluyen proteínas (como las carnes, pollo, pescado), carbohidratos (como la papa, el arroz, el pan), grasas (aceite, mantequilla), agua (tenemos que tratar de tomar por lo menos 6 vasos de agua al día), vitaminas y minerales (que las podemos obtener de las frutas y verduras).

Es importante darnos cuenta que nuestro cuerpo necesita todos estos alimentos y no podemos omitirlos de nuestra dieta diaria. Comer sano es importante para todos, porque influye en el sistema inmunológico, la energía e inclusive el humor.

Otro punto importante, es que además de balancear nuestros alimentos también debemos mantener unas porciones adecuadas.


Alimentación durante los tratamientos
Luego de la cirugía, quimioterapia, radioterapia u otro tratamiento contra el cáncer de seno es vital que nuestra alimentación sea adecuada para poder mantenernos fuertes para continuar luchando. Necesitamos alimentos que nos ayuden a controlar nuestro peso (debemos mantener un peso saludable), reducir el cansancio, ganar energía y obtener suficiente hidratación.

Es importante recordar que es muy difícil predecir cómo reaccionará nuestro cuerpo a las terapias. Por eso debemos tener en mente que nuestra alimentación tendrá que ser cuidadosamente planeada, dándonos cuenta qué es lo que nuestro cuerpo necesita y sobre todo qué es lo que tolera.

Los días posteriores a las terapias es común sentirse un poco indispuesta e inapetente. Por ello, debemos tratar de comer cosas que sean suaves y fácilmente digeribles: sopas y caldos, arroz, puré, alguna proteína (de preferencia pollo o pescado) y frutas y verduras (mejor si son sancochadas o al horno). La clave es tratar de encontrar algo que nos guste y nos parezca provocativo de comer. No podemos dejar de alimentarnos en esta etapa porque necesitamos recobrar fuerzas para poder continuar el tratamiento.

Algunos consejos básicos:
- Adiós a la comida chatarra. Optemos por alimentos más elaborados y hechos en casa. No se trata de negarnos algún eventual antojo, pero es preferible dejarlo para esas ocasiones especiales y no como una comida regular.
- Tomemos jugos de frutas y verduras. Son una rica fuente de vitaminas y minerales. Seamos creativas y hagamos combinaciones originales para tratar de no caer en una rutina. Además, debemos encontrar nuestra combinación favorita.
- Mantener al alcance alimentos sanos y fáciles de preparar. De esta manera, en las ocasiones cuando te sientas más recuperada podrás aprovechar y alimentarte de una forma sana y balanceada. Comer pequeñas porciones entre comidas también puede ayudar a recibir suficientes proteínas y calorías.
- Si no tienes apetito, consulta con tu médico. El te aconsejará lo que debes hacer.


14 septiembre 2009

Cuestión de dos…

Compartir nuestra vida con alguien implica un compromiso muy grande hacia la otra persona, porque dejamos de pensar - y actuar - de manera individual para convertirnos en un nosotros. ¿Pero qué sucede cuando a la persona que tanto amamos le diagnostican cáncer de seno? Es una situación bastante delicada y debemos tener la fortaleza para poder brindarle a nuestra pareja el apoyo y soporte que necesita.

Quizás uno no reflexiona en estas inquietudes hasta que le toca experimentarlo. Presentamos algunos consejos que esperamos pueden ayudar en esta situación:

Tener conciencia de lo que ella pueda estar sintiendo: El diagnóstico de cáncer de seno puede originar emociones intensas e inesperadas en el paciente. Tu pareja puede experimentar enojo, miedo, frustración e incluso sentirse indefensa, deprimida y sin esperanzas.

Es recomendable darle la confianza necesaria para que comparta sus sentimientos, en forma abierta y sincera. Una manera práctica de iniciar diálogo es a través de preguntas sencillas como “¿Qué sientes acerca de lo que dijo el doctor?”, “¿Estás preocupada?” “¿Cómo puedo ayudarte?”, entre otras.

Estar atento a como ella afronta la situación: Cuando tu pareja se enfrenta al cáncer de mama, es posible que decida buscar información, planear soluciones o quizás pida ayuda a otras personas; sin embargo, también puede encerrarse en ella misma y evitar hablar del tema o incluso negar que existe un problema. Todas son reacciones naturales, pero lo cierto es que algunas actitudes pueden resultar más beneficiosas en el largo plazo. Debemos estar atentos a cómo lo está asumiendo ella para poder ver cuál es la mejor manera de ayudarla.


Dar apoyo en forma práctica: A veces las cosas más obvias pueden escaparse. Demostrar apoyo en la rutina diaria será un gran gesto. Es importante tomar la iniciativa en actividades diarias como ocuparse de la casa o llevar a los niños al colegio. El trabajo en equipo es la clave. Aquí una lista de tareas que pueden ayudar:
- Llevarla a las consultas médicas o reuniones de grupo de apoyo

- Atender las llamadas telefónicas o visitas cuando ella no se sienta bien

- Preparar la comida, lavar los platos o pedir ‘delivery’ de comida con mayor frecuencia

- Si hay hijos de por medio, uno es quien debe aumentar su participación en el cuidado, especialmente de los más pequeños

Brindar apoyo emocional: Ahora es cuando la pareja necesita más de uno. Si bien los familiares y amigos pueden ayudarla, es uno quien está en una posición única para ofrecer apoyo emocional. Es importante tomarse el tiempo necesario para estar con ella y prestarle atención, preguntarle por sus deseos y necesidades, escucharla sin juzgarla o imponerle soluciones. Y quizás lo más relevante: recordarle que la amas, ahora y siempre.

Es imposible saber exactamente por lo que ella está pasando, pero al intentar ponerse en su lugar, podremos comprender mejor por lo que está pasando. La comprensión significa compartir sus emociones, en forma sincera. Hay que prestarle atención a lo que dice y no dice, hacerle preguntas y dejarle saber que uno está ahí para escucharla cuando ella lo necesite.

Brindarle aceptación y seguridad: El diagnóstico de cáncer de mama suele alterar la percepción que tiene una mujer sobre sí misma. Hacerle entender que uno la ama por quien es puede ayudarla a afirmar su identidad, a que no se vea como “una paciente con cáncer” sino como persona.

Permitirle que sea ella misma: Permite que exprese libremente sus sentimientos. Las crisis de llanto y el enojo son medios por los cuales ella puede canalizar sus frustraciones. El cansancio, la depresión y los cambios de ánimo suelen ser el resultado de factores relacionados con el diagnóstico, tratamiento y medicación. Debemos hacerle sentir que, mientras estemos con ella, no importa si llora, se siente triste o está callada. Preguntarle si le gustaría estar sola, hablar o si quisiera un abrazo.

No descuidar los aspectos íntimos: El agotamiento físico y mental inherente al tratamiento, puede generar en desinterés sexual. Incluso, en algunas mujeres, la quimioterapia puede ocasionar la aparición temprana de la menopausia. Es importante charlar sobre las necesidades sexuales y expectativas. Ser paciente y amable. Expresarle la atracción que sentimos a pesar que ella no esté interesada en tener relaciones en el momento.

Por ello, se debe conversar con el doctor sobre los cambios producidos en la vida sexual, que pudieran ser resultado de su tratamiento. Por otro lado, no debemos descuidar recrear detalles típicos de la etapa de enamoramiento, como caminar juntos, organizar viajes de fines de semana, planear una cena romántica, entre otros.

Identificar las necesidades de uno: Al igual que la pareja, uno también siente diversas emociones. Podemos sentirnos “fuertes” ante ella u ocultarle nuestros sentimientos para no preocuparla. Podemos sentirnos impotentes o agobiados. No existe pues tampoco una manera “correcta” de reaccionar, pero no debemos descuidar las cosas que podemos controlar y todo aquello que puede ayudarnos a nosotros mismos.

Acompañar a la pareja en su lucha contra el cáncer de seno suele ser una situación bastante difícil, emotiva y dolorosa. Requiere de mucha paciencia y fortaleza. Sin embargo, esta lucha como pareja ofrece a ambos una oportunidad de fortalecer la relación. Debemos siempre mantener una actitud positiva y darnos cuenta que este proceso es una experiencia más que debemos vivir como pareja.

20 agosto 2009

Yo tengo cáncer de seno…

foto: mpowrplus.com

Aún más difícil que aceptar que padecemos cáncer de seno, es tener la fortaleza de compartir nuestra experiencia. Pero es importante, porque otras mujeres podrán aprender de lo que hemos vivido. Aquí presentamos algunos testimonios muy valiosos de mujeres que han tenido cáncer de seno. Y también comparto con ustedes mi propia experiencia, porque de verdad creo que hablar sobre la enfermedad es una gran ayuda para nosotras mismas, y para el resto.

Luz Ibarra, 45 años. “Compartir lo que te pasa te levanta” (paciente)
Fui a consulta con mi ginecóloga para tratarme un problema que tenía en el útero, una revisión de rutina. En mi chequeo, la doctora me detectó una bolita en el seno izquierdo. Me mandó a hacer unos estudios. Me hice una mamografía y me detectaron el tumor. Afortunadamente, el cáncer estaba en etapa inicial. La cirugía a la que fui sometida no tenía mucho riesgo, me quitaron el pezón para limpiar los conductos y evitar que el cáncer se extendiera, no hubo necesidad de retirar todo el seno. Ya terminé la primera etapa de mis quimioterapias.

Una de las cosas que me ayudó mucho fue el continuar acudiendo a mi trabajo y mantenerme activa. Por algún tiempo no quería que nadie se enterara, pero ahora me gusta compartirlo. Mi motor eran mis hijos, mi familia, y después descubrí que hay otros motores de vida: compartir lo que te pasa te levanta, sin esperar que un medicamento te ayude.

Gabriela Roca Lance, 31 años. “Disfruto la vida a cada momento” (paciente)
Tenía 27 años de edad cuando me detectaron cáncer de mama. Mi tratamiento consistió inicialmente en 4 ciclos de quimioterapia, para después realizarme una cirugía y 25 radioterapias. Durante ese proceso, utilicé medicina homeopática y sábila. Acudía constantemente a mis revisiones médicas, pero después de un año lamentablemente el cáncer regresó y atacó mis dos pulmones, hígado y colon. Todavía no estoy declarada sana.
Continúo con un tratamiento alternativo, decidí dejar la quimio y la radioterapia, porque te lastima mucho y realmente no te aseguran que te vaya a curar; en la mayoría de los casos son solamente paliativos.
Sigo con mi vida normal, trabajo, soy médico cirujano y homeópata. Pienso que la vida se debe disfrutar a cada momento, a pesar de vivir con alguna enfermedad.

Alicia Bazán, 27 años “Aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir” (Hija de paciente)
A mi mamá le detectaron cáncer de seno a los 38 años. Lamentablemente, ella dejó pasar mucho tiempo antes de acudir a un médico. Sus pezones habían cambiado de forma y eso era indicativo de que algo no estaba bien. Le hicieron la mastectomía y luego vinieron las quimioterapias. Aprendimos que el cáncer es una enfermedad con la que se debe convivir porque tuvimos más de 12 años de tratamiento. Sin embargo, ella siempre se mantuvo bastante positiva y con mucha fortaleza.
Al final las células cancerígenas de su cuerpo vencieron la batalla. Pero creo que todos aprendimos muchas lecciones de lo que nos tocó vivir. La más importante es que una detección a tiempo puede cambiarlo todo. Siempre debemos estar atentas a los cambios en nuestros senos y acudir al médico con regularidad.

Se requiere mucho valor para compartir este tipo de experiencias, porque a veces puede resultar un poco doloroso recordar lo que nos ha tocado vivir. Pero también debemos tener en cuenta, que de esta manera ayudamos a otros que se encuentran en la misma situación que ya vivimos.

Esperamos que también puedas compartir lo que sientes y piensas con nosotros.

06 agosto 2009

Tengo cáncer de seno… ¿qué me está pasando?

foto: http://www.health-news.org/


Tan solo la palabra “cáncer” puede crear sentimientos intensos e inesperados. El diagnóstico del cáncer de seno puede ser muy duro tanto para la paciente como para sus seres queridos. El golpe que implica recibir la noticia y la cantidad de información nueva que se necesita comprender, pueden limitar la capacidad de pensar claramente.

Lo primero que se debe hacer es tomar el control de la situación. Cuando a una persona le diagnostican cáncer, es natural sentir emociones diversas: miedo, enojo, frustración, depresión y desesperanza. Incluso, es común evitar hablar del tema o negar su existencia. Toda paciente tiene derecho a sentir estas emociones y nadie puede decir si debe o no hacerlo.

Sin embargo, es importante explorar y aceptar los sentimientos que nos embargan. No debemos tener miedo de expresar todo lo que estamos viviendo porque de esta manera las personas que nos acompañan podrán entendernos un poco mejor y les será más fácil brindarnos apoyo. Además, conocer nuestras emociones y expresarlas nos ayudará a aceptar la situación.

Pero, ¿cómo hacerlo? Un buen comienzo sería escribiendo un diario, pues es una manera de poner nuestros pensamientos y emociones claramente, lo que facilitará poder ordenarlos y compartirlos. También es recomendable buscar otro tipo de actividad que ayude a expresar nuestras emociones, como la pintura. La idea es que cada una encuentre una manera de exteriorizar su sentir.

Lo que no se debe perder de vista es que no estamos solas y debemos tener la suficiente entereza de pedir ayuda si lo necesitamos. Es difícil porque en ocasiones, no sabremos cómo expresar nuestra necesidad de soporte emocional. Pero debemos aprender a hacerlo. Una opción para tener en cuenta son los grupos de apoyo, los cuales están integrados por personas que se encuentran en la misma situación que nosotras, lo cual hará más sencillo compartir experiencias y pensamientos.

Otro punto a considerar es que muchas veces el diagnóstico de cáncer de seno puede alterar la imagen que tenemos de nosotras mismas. A veces puedes sentir que otras personas te ven o tratan diferente, pero no debemos olvidar quiénes somos y que, a pesar de lo que estamos pasando, seguimos siendo las mismas.

El cáncer de mama es una enfermedad con la que debemos aprender a convivir. Aquí algunos TIPS que pueden ser útiles:

•En lo posible continúa con tu rutina diaria. Toma un descanso cuando lo necesites, luego vuelve a tus tareas habituales.
•Ríete y diviértete con tus seres queridos. Reúnete para almorzar y conversar sobre temas distintos al cáncer de seno. Despeja tu mente leyendo o yendo al cine.
•Recuérdales a tus familiares y amigos que tú puedes expresarte y tomar tus propias decisiones. Muchas veces tenemos la necesidad de mostrar nuestro amor y preocupación sobreprotegiendo demasiado y olvidamos que el paciente de cáncer de mama puede y debe tomar sus propias decisiones. Es importante aprender a escuchar a nuestros seres queridos para comprender de qué manera necesitan nuestro apoyo.

La aceptación del diagnóstico, la búsqueda de información, el mantener una actitud optimista pero a la vez realista y confiar en que los actos de una tendrán un efecto positivo, son factores que aportarán en nuestra recuperación emocional.
Lo más importante es comprender que el cáncer de mama es una enfermedad con la cual tenemos que convivir. Debemos aprender a aceptarla y conocer qué es lo que más nos ayuda. Es momento de mirar dentro de nosotras mismas para buscar fortaleza, pero también encontrar en nuestra familia y amigos un soporte para seguir adelante.

Siempre recuerda que no estás sola, hay muchas mujeres que pueden estar sintiendo lo mismo que tú y también necesitan una palabra de apoyo. Compartir sentimientos, conocimientos y experiencias puede ayudarte y de esta manera también puedes ayudar a otras personas.

¿A ti qué te ayudó a tomar control de la situación? Nos gustaría escuchar tu experiencia.

21 julio 2009

Cáncer de mama: ¿Qué tratamientos existen?

foto: Antonio Nogales Calzado

Escuchar que uno mismo, o una persona que amamos, tiene cáncer de mama es algo muy difícil de asimilar y aceptar. Hay muchas emociones encontradas, muchas dudas y preguntas, y un estado de incertidumbre que nos invade. Sin embargo, es muy importante que podamos tener la fortaleza necesaria para dar rápidamente el siguiente paso: seguir el tratamiento.

En los últimos años, se han dado grandes avances en el desarrollo de fármacos contra el cáncer. Los médicos, generalmente utilizan uno o más métodos para combatir el cáncer, dependiendo de diversos factores como la detección temprana del tumor, el nivel en que se encuentra, la edad del paciente, su historia clínica, entre otros.

Es importante que sepamos cuáles son nuestras opciones para combatir el cáncer de mama, porque sólo así estaremos en mejores condiciones para enfrentar la situación en caso nos toque vivirla o acompañar a un ser querido en este difícil proceso. Además, conocer un poco más sobre los tratamientos nos permitirá preguntar cosas más específicas a los médicos y así nos sentiremos más seguros y confiados.

Los tratamientos para el cáncer de mama son los siguientes:

Cirugía: Generalmente, es casi siempre la primera acción que toman los médicos. Implica una operación en la cual se remueve el tejido canceroso, un poco de tejido que rodea a la zona del tumor y los nódulos cercanos del sistema linfático (que es el que se encarga de llevar líquido, proteínas y células del sistema inmunológico, de vuelta al sistema circulatorio). Dependiendo del estado de evolución en que se encuentre el tumor, se pueden dar distintos tipos de cirugía:

La tumorectomía/lumpectomía:
- tumorectomía básica, es un tratamiento de tipo conservador y consiste en remover el tumor cuando este aún no puede ser palpado (pero es visible en una mamografía), junto con un margen suficiente de tejido sano.
- segmentectomia es la extirpación de un segmento más amplio de la glándula mamaria.

La Mastectomía:
- Mastectomia radical, es la extirpación completa del seno, los músculos pectorales que lo sustentan y los ganglios linfáticos.
- Mastectomía radical modificada, permite conservar los músculos pectorales con la finalidad de facilitar una posterior reconstrucción estética.

Quimioterapia: Consiste en usar fármacos para tratar sistemáticamente el cáncer, sobre todo de manera intravenosa. Los medicamentos que se utilizan en la quimioterapia son tóxicos para las células cancerosas, lo que permite destruirlas o evitar que se reproduzcan. Sin embargo, también inciden (aunque en menor medida) en las células normales.

Por esta razón, se producen efectos secundarios como: vómitos, caída del cabello, disminución de las defensa del organismo, diarrea, ulceras en la boca y aparato digestivo, menopausia precoz o cese de la menstruación. Pero no siempre se presentan todos los síntomas, pues dependerá de los medicamentos que se suministren al paciente y de cada persona.

Radioterapia: Incorpora el uso de rayos X de alta energía para matar las celular cancerígenas y reducir los tumores. Hay dos formas de aplicación:

- Externa, es el método más habitual y consiste en administrar breves sesiones diarias. Dependiendo del médico especialista se pueden aplicar diferentes fuentes de radiación, como la cobaltoterapia, acelerador de electrones, entre otras.

- Interna, consiste en colocar sustancias radioactivas dentro o cerca del tumor, que son retiradas al cabo de unos días. Tiene la ventaja de ser muy localizada y, salvo excepciones, evita que el paciente sea internado para este procedimiento.

Uno de los principales efectos secundarios que produce este tratamiento, es la irritación de la piel en la zona irradiada, aunque en grado mayor o menor grado, según la persona a la que se le aplica.

Terapia hormonal: Es usado para tipos específicos de cáncer que dependen del estrógeno o la progesterona (hormonas). En condiciones normales, las células mamarias sufren cambios por acción de las hormonas, especialmente los estrógenos (que se desarrollan en la pubertad, aumentan durante el embarazo y producen secreción de leche durante la lactancia).

Algunos tumores originados en las células mamarias pueden conservar la capacidad de responder a los cambios hormonales, dejando de crecer si las hormonas que estimulan su desarrollo se suprimen o suministran medicamentos que contrarresten dicho efecto de crecimiento.

Terapia con anticuerpos monoclonales: Las células tumorales generan sustancias que les permite dividirse continuamente o invadir tejidos y formar metástasis. Una de estas sustancias es la proteína HER2, que estimula el crecimiento de las células tumorales.
Recientemente, se ha desarrollado un fármaco denominado Herceptin, que viene a ser un anticuerpo monoclonal. Este principio activo (trastuzumab) actúa sobre las células tumorales que tienen la proteína HER2 en exceso, e impide que las células se multipliquen, atacando a las células tumorales y sin afectar las células sanas.
Los tipos de tumores que tienen una mayor presencia de la proteína HER2 evolucionan de manera diferente a los otros cánceres de mama. Suele recomendarse hacer estudios para ver si la proteína HER2 se ha incrementado o no. Esto se debe realizar cuando se diagnostica el tumor.

Cómo podemos ver hay diversos tratamientos para enfrentar el cáncer de mama. Lo importante es que estemos lo más preparados posible, para así afrontar mejor esta difícil situación, anticipándonos y sabiendo que efectos secundarios podemos tener. Como ya hemos mencionado, tener toda la información sobre el tema nos ayudará a disminuir la incertidumbre y el miedo.

06 julio 2009

Mitos sobre el cáncer de mama




Alrededor de las enfermedades se suelen tejer muchos mitos, y el cáncer de mama no es una excepción. Se han creado muchas historias acerca de qué cosas podrían producir cáncer pero pocas de ellas tienen realmente sustento médico y científico.

¿Quién no ha recibido cadenas de e-mails diciendo que tal producto puede producir cáncer? Esto solo ayuda a confundir y generar temor y ansiedad entre las personas. Lo cierto, es que debemos cuestionar las fuentes de información no autorizadas y siempre debemos tratar de investigar un poco más. Como ya hemos dicho, en la lucha contra el cáncer, la información es poder.

Por eso es importante derribar algunos mitos que se han creado pero que según los óncologos y especialistas de la salud, no son verdad.

1. Los antitranspirantes pueden causar cáncer.
No. Se dice que los antitranspirantes bloquean el flujo natural del sudor y que por ello podrían causar que las toxinas no se liberen y esto forme tumores malignos. Lo cierto es que no hay evidencia que el ingrediente activo en los antitranspirantes produzcan riesgo de cáncer de mama. Este mito está basado en la desinformación y poca comprensión acerca de la enfermedad.

2. Los golpes en el seno pueden causar cáncer de mama.
No. Esta es una afirmación que la he escuchado muchas veces a lo largo de los años, pero se a comprobado que solo se trata de un mito. Sin embargo, es importante señalar que como consecuencia de un corte o trauma muy severo en esa zona, el seno puede desarrollar un tumor benigno. Este tipo de tumores no es cancerígeno, pero siempre debemos tener el cuidado de que nos examine un médico.

3. El cáncer de seno nunca ocurre en mujeres jóvenes.
No. Es cierto que uno de los factores de riesgo es la edad. Sin embargo, el cáncer de seno puede presentarse a cualquier edad. Según la página breastcancer.org, algunas estadísticas muestran que desde el nacimiento hasta los 39 años, una de cada 231 mujeres, tendrá cáncer de seno; entre los 40 y 59 años, el riesgo es de una mujer por cada 25; y entre los 60 a 79 años el riesgo es de una por cada 15. Por eso las mujeres jóvenes (sobre todo si tienen otros factores de riesgo) deben realizarse chequeos médicos anuales y mantenerse siempre alertas.

Las probabilidades de una mujer para contraer cáncer de mama aumenta con la edad
Alrededor de 30 años 1 de cada 2,212
Alrededor de 40 años 1 de cada 235
Alrededor de 50 años 1 de cada 54
Alrededor de 60 años 1 de cada 23
Alrededor de 70 años 1 de cada 14
Alrededor de 80 años 1 de cada 10
Mayor de 80 años 1 de cada 8

Fuente: Feuer EJ, Wun LM. DEVCAN: Probability of Developing or Dying of Cancer Version 4.0. Bethesda MD: National Cancer Institute. 1999.

4. Las mujeres no necesitan una mamografía a menos que haya síntomas.
No. Muchas veces, el cáncer de mama se puede presentar de manera asintomática: es decir, que la enfermedad inicia su desarrollo, pero todavía no presenta síntomas o signos clínicos que la pongan de manifiesto. Las mamografías son la manera más confiable para detectar el cáncer de mama a tiempo. El examen mamario (ya sea que una misma lo haga o el ginecólogo) también son de gran importancia. Algunos estudios revelan que alrededor del 25% de los casos de cáncer de mama son identificados en exámenes de seno (no mamografías), 35% en mamografías, y 40% en el examen físico y las mamografías. La clave es chequearse constantemente.

5. Las mujeres con senos grandes son más propensas a sufrir cáncer de mama.
No. la cantidad de tejido en el seno no afecta su riesgo a desarrollar cáncer de mama. El tamaño de los senos en realidad no son un factor de riesgo para la enfermedad.

6. Si no existe un historial de cáncer en la familia, no hay riesgo.
No. Todas las mujeres tenemos algún riesgo de sufrir cáncer de mama. El historial familiar es solamente uno de los factores de riesgo (factor genético). Hay otros factores como los personales (edad, menstruación precoz, menopausia tardía, etc.), ambientales (tabaquismo, dieta desequilibrada, sobrepeso, estrés, etc.) y la predisposición hormonal.

7. Si tengo un factor de riesgo, me dará cáncer de mama.
No. Ningún factor de riesgo es una certeza de que una persona sufrirá de cáncer de mama. Hay personas que tienen lo que se denomina una anormalidad del gen del cáncer de mama (breast cancer gene abnormality). Esta condición normalmente es uno de los factores más fuertes de riesgo. De las mujeres que tienen este factor, entre el 40 y 80% desarrollará cáncer de mama en su vida; mientras que entre el 20% y el 60% no lo hará. Esto quiere decir que nada asegura que nos vaya a dar la enfermedad. Sin embargo, sí hay hábitos que debemos cambiar para minimizar los factores de riesgo. Algunas opciones incluyen cambios en nuestro estilo de vida como minimizar el consumo de alcohol, dejar de fumar y hacer ejercicio regularmente.

16 junio 2009

En la lucha contra el cáncer, el conocimiento es poder




¿Qué es el cáncer? ¿A quién le da y por qué? ¿Es hereditario? ¿Si en mi familia no hay nadie con cáncer, no me va a dar? ¿Si tengo cáncer, me voy a morir? ¿Cuánto tiempo puede vivir una persona con la enfermedad? ¿Cuántas personas sobreviven al cáncer?


Hay mil preguntas alrededor de este tema. Algunas más complicadas de responder que otras. En este espacio lo que trataremos de hacer es responder las inquietudes de aquellas personas que tienen la enfermedad, de las que acompañan a un ser querido que tiene la enfermedad o simplemente todas las personas que están interesadas porque desean estar informados. Queremos que este blog sea un punto de encuentro común y trataremos de responder las preguntas que a nosotros mismos nos han pasado por la cabeza, desde las más personales- “¿por qué a mí?”- Hasta las más técnicas y complejas –“¿qué significa HER2?” Así que en este primer post empezaremos por lo básico ¿qué es el cáncer? Mitos y verdades sobre la enfermedad. La idea es ir respondiendo todas las inquietudes de una manera que todos podamos entender. Porque el conocimiento es poder y nos ayudará a saber qué está sucediendo y qué opciones tenemos. De esta manera podemos reducir ese miedo natural que sentimos cuando escuchamos la palabra “cáncer” y poder enfrentar la enfermedad con una actitud más segura.


1. ¿Qué es el cáncer de mama y cómo se forma? Las células de nuestro cuerpo cambian continuamente. Las células se dividen y crecen nuevas células para reemplazar a las que se van deteriorando. Este es el proceso normal. Sin embargo, a veces una célula se comienza a dividir sin control. Estás células anormales aumentan a una velocidad mayor y forman bultos llamados tumores. Estos tumores puede ser cancerosos (malignos) o no cancerosos (benignos). Este crecimiento anormal de células puede ocurrir en distintos sitios del cuerpo. En las mujeres, una de las áreas más comunes donde se puede formar un tumor son los senos. Las células cancerígenas pueden propagarse hacia otras partes del cuerpo, a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático. A esto se le da el nombre de metástasis.


2. ¿A quiénes le da cáncer de mama? El cáncer de seno puede afectar a cualquier mujer, sin importar raza, edad o condición social. En Estados Unidos (no hemos podido encontrar información estadística en Perú) a una de cada siete mujeres se le diagnosticará cáncer de seno en algún momento de su vida. Impresionante ¿cierto? Es una cifra bastante alta. Y de esto viene la próxima pregunta.


3. Si en mi familia hay antecedentes de cáncer de mama… ¿yo también lo tendré? No necesariamente. Los antecedentes familiares son un factor de riesgo demostrado en un 5% de los casos. Sin embargo, es importante decir que el historial familiar de enfermedades es más relevante cuando hay más de dos antecedentes familiares directos (madre y hermana), especialmente si han presentado la enfermedad a una edad joven.


4. ¿Qué otros factores de riesgo existen? Aunque todas las mujeres tienen riesgo, hay algunos factores que los incrementan. Los expertos suelen clasificarlos de la siguiente manera: personales, predisposición genética, factores ambientales y predisposición hormonal. Dentro de los factores personales se incluye la edad (el riesgo de cáncer aumenta con los años), menstruación precoz (cuando el primer periodo llega antes de los 12 años), la menopausia tardía (cuando después de los 55 años se sigue teniendo el periodo menstrual), ausencia de embarazos (no haber concebido a pesar de estar genéticamente apta) o si el primer embarazo ha sido pasando los 30 años. La predisposición genética se refiere al historial familiar. Como ya mencionamos, cobra más relevancia en caso haya dos familiares directos que hayan padecido la enfermedad sobre todo a una edad joven. En los factores ambientales se incluyen el tabaquismo, una dieta desequilibrada (rica en grasas), sobrepeso, alto grado de alcoholemia (concentración de alcohol en la sangre) y altos niveles de estrés. La predisposición hormonal se refiere a cierta tendencia a padecer ciertos trastornos endocrinos, es decir, que las hormonas (sobre todo los estrógenos), no cumplen correctamente su función.


5. ¿Cómo puedo saber si tengo cáncer de mama? En su inicio se puede presentar de manera asintomática: el cáncer inicia su desarrollo, pero todavía no presenta síntomas o signos que lo pongan de manifiesto, esto puede dificultar un diagnóstico precoz. Sin embargo, hay varias acciones preventivas que podemos tomar en cuenta como son la exploración de los senos. Esto lo podemos hacer a través de un autoexamen, pero es recomendable que un médico lo realice periódicamente (un chequeo anual es suficiente). Dependiendo de la edad también se debe realizar ciertos exámenes como ecografías, mamografías u otros que puedan hacer un despistaje más acucioso. En un próximo blog vamos a desarrollar cada una en profundidad porque el tema de la prevención es clave para esta enfermedad.


Estas son algunas de las preguntas que en algún momento han pasado por nuestras cabezas. Son dudas que siempre están allí que a veces por temor o miedo no nos hemos animado a indagar. En el próximo post trataremos sobre los mitos que se han tejido en torno al cáncer de mama. Lo importante para poder sobre llevar la enfermedad de una mejor manera es conocer qué es lo que nos está sucediendo, tener la información y aprovecharla nos ayudará a enfrentar con mayor seguridad la enfermedad.